Sunday, June 10, 2012

La Junta Mágica de Gobierno

Me refiero a algunas manifestaciones hechas por don Édgar Espinoza en su artículo de prensa reciente. Me doy por aludido porque, como funcionario público que soy en la actualidad, estoy asumiendo el mayor costo de todos por servir al país: tener que vivir fuera de él y no me parece justo que generalice como si todos fuéramos iguales. Considero que, dentro de su explicación de lo que anda mal en el país, mezcla elementos literarios que más buscan el grito de la multitud enardecida que aportar síntomas para elaborar un buen diagnóstico.

Por ejemplos, afirma que el sistema político colapsó, que los supremos poderes e instituciones son los principales culpables y que la democracia ha devenido en "espantocracia" (ignoro el significado del término). Ninguno de esos elementos sirve para diagnosticar qué es lo que anda mal y cuáles son las áreas que requieren mejoría con mayor urgencia. Mucho menos sirven para entender qué sí se está haciendo bien como país.

Gusto de su interrogante de adónde están los buenos líderes. Sugiere Edmund Burke que "para que el mal prevalezca, basta que las personas de bien no hagan nada." Cada persona tiene su estilo de liderazgo y no hay unos mejor que otros, simplemente son diferentes. En una sociedad se requieren líderes en aulas y quirófanos, en carreteras y bosques, en fábricas y bodegas, en oficinas y tiendas, y por supuesto también en el sector público. Me da la impresión de que en este último se han reducido los incentivos de participación para las personas que tienen voluntad y vocación de servicio, que es quizás lo más valioso que puede aportar un funcionario público.

Parece que don Édgar no identifica con claridad las causas culturales que conforman el andamiaje político de una sociedad. Un principio elemental de la transformación de conflictos es que la violencia engendra violencia y los bochornosos niveles de criminalidad, así como el desmedido consumo de violencia en forma de noticias, entretenimiento y dinámica psicosocial, nos han transformado en una sociedad con la ira a flor de piel. Esto hace que cualquier detonante nos provoque espetar ofensas e insultos de manera vil y grosera, descalificando a los demás sin juicio ni perdón.

Otro principio elemental es el tiempo que requiere transformar un conflicto desde que el diagnóstico está claro. Un buen diagnóstico, a propósito, contiene inherentes las propuestas de transformación que se deben explorar. Nuestros problemas sociopolíticos no son de ahora ni existen antídotos o varitas mágicas para transformarlos. Tenemos un cuarto de siglo -o más- de estar socavando la institucionalidad del Estado Social de Derecho que con tanto esfuerzo edificaron nuestros abuelos y nos heredaron. Esto quiere decir que, para recuperar aquella institucionalidad no se podrá en unos pocos años sino que requerirá algunas décadas de trabajo dedicado.

Al cabo de vivir en Noruega, China, Australia y Japón, me queda claro que nuestro modelo de desarrollo estilo escandinavo que tuvimos por medio siglo se perdió al restarle prioridad a lo colectivo y nos concentramos en las ventajas y beneficios que obtenemos a título personal, dejando de lado la solidaridad que nos caracterizaba. Ese esquema, por lo visto, resultó insostenible.

Finalmente, otro principio es el de las consecuencias, que son un pronóstico de los costos y beneficios de determinados escenarios posibles. Cuánto nos cuesta seguir igual y cuánto nos cuesta cambiar? Cuánto nos beneficia? Por algún lugar hay que empezar: elaboremos un buen diagnóstico.

Cierro con una de mis citas favoritas para entender la dinámica psicopolítica que opera en un sistema jurídico: "Cuando los valores son suficientes, las leyes son innecesarias; cuando los valores son insuficientes, las leyes son ineficaces." (Emile Durkheim)

1 comment:

Ever_Navarro said...

Supongo que Alvar Cidane se refiere a Alvaro Cedeño. . . Identidad? Fuera de Costa Rica es dificil expresar el sentir del pueblo. Yo tambien soy empleado publico que intentó hacer lo mejor por este bello país. A cambio Congelamiento. la lucha no es por levantar los animos populares, pero si por levantar el orgullo tico.