Tuesday, July 06, 2010

Adelaida

Estimada doña Adelaida,

Le envío un abrazo de koala desde la tierra de los canguros. Me contó mi mamá que todos están muy felices con usted en ese nuevo puesto. ¡Cuánta falta hacía una mujer sentada en esa silla, hombre! Va a ver que le va a ir bien. Mi abuela de seguro le prendió alguna velita. Lo hace conmigo cuando tengo exámenes, y por lo visto funciona. No olvide a la Negrita, que es de todos, hasta de los que no comulgamos. Si la gripe lo permite, dése una vueltica por la Romería. Doble puntaje si participa en los actos públicos el 25 de julio y el 15 de setiembre.

Le cuento que por aquí la cosa anda un poco fría. Es invierno y Australia está relativamente cerca del Polo Sur. Le digo a mi abuela que aquí se siente como vivir en Tierra Blanca. Ella es de allá. Esa tierra volcánica nuestra es fértil, de veras. La doñita tiene 95 y sigue tirándole. Está con toda la pata.

Recuerde que ser la nueva mandadora de la finquita no es comida de trompudo. Si tiene que dar un par de nalgadas, péguelas, y al que le caiga el guante, que se lo plante. Si además puede ser asertiva para que el recordatorio lo entendamos todos, mejor. No pierda tiempo respondiendo interrogatorios de algunos inquisidores. Convóquelos para que nos ayuden a comunicarnos y nos entendamos todos mejor. Si no podemos ni dialogar, qué difícil construir una mejor hacienda para todos. Hagamos las paces y hagámoslo reconociendo el escabeche de diferencias que somos como nación. Esas diferencias nos enriquecen si aprendemos a apreciarlas.

Muéstrenos usted el camino. Usted es mujer, género pacífico. Además es formada en paz y profesional en política pública. No muchos de nuestros administradores tienen ese grado académico y ciertamente no muchos de nuestros mandadores lo han tenido.

Aún no es hora de preocuparse por el legado. Ese vendrá y será perdurable. La finca trabaja bien y produce suficiente. Hay que ayudar entre todos para que rinda mejor, y sobre todo para que participemos todos de ella. Usted es una mujer de bien. Ponga en orden a la chiquillada, y al pachuco no lo calle. Escúchelo. Al maleducado edúquelo y si tiene que socar fajas, sóquelas. Usted ha sido administradora de esta finca con la faja siempre bien puesta.

Forje su ética temprano. Consúltela con su padre. Publíquela y reitérela con el sudor de su frente. Hágala obra. Con su liderazgo se convertirá en sana política para nuestra parcelita. El mejor liderazgo para la comunidad es el buen ejemplo que inculque su principal mandatario.

Siempre que le pregunto a un buen amigo lo que considera que le hace falta a la finca me responde lo mismo: más trabajo. Menos consultores y más capataces, baqueanos, peones, facilitadores que ayuden a los demás a estar mejor. Gobernar no es salir en tele. No se lo recuerdo a usted sino a todos aquellos que podríamos tener la errónea idea de que gobernar es pautar. Gobernar es educar. Pregúntele a cualquier exmandadero. Es el tesoro más preciado que una familia puede heredar de sus líderes. Los hacen perdurar allende la vida.

Haga las paces con Chema, uno de nuestros más valiosos baluartes. Acaso requerimos sentencias en firme para poder perdonar? Perdonémoslo a él y a los de la acera de enfrente, que en el caso de Junior lo digo casi literalmente por ser mi buen vecino y el buen padre de familia que me consta ha sido de sus cuatro hijos. Él también es de nuestros mejores y de nuestros más queridos. Su vida entera la ha dedicado al cuido de la finca, igual que su padre. Vienen de lejos y no queremos perder su buena cepa.

El caso de Mar Echeverría es mucho más urgente. El trato jurídico que ha recibido los últimos seis años ha sido un vergonzoso quebranto de nuestro estado de derecho. Nos conviene asegurarnos de que no vuelva a suceder, mucho menos con un administrador de la finca por algún proceder incorrecto en el ejercicio de su investidura. Imagínese que le pasara a usted. ¡Machalá! ¿Por qué el estado de derecho supeditado al escarnio público? Según mi primo, que se formó en leyes, eso es un descalabro constitucional muy grave, y es historia viva. También a Echeverría deberíamos perdonar, y en el mismo acto pedirle perdón por nuestra falta al deber de cuidado durante el atropello que nuestro calvario procesal le ha causado. Dice también mi primo que la Constitución habla de que nadie será sometido a penas perpetuas. ¿Hasta cuándo vamos a hacer leña de los árboles caídos?

Nuestra finca necesita un plan de paz y usted es la llamada a liderarlo, porque ya es urgente. Usted que sabe de partos, creo que como comunidad nos llegó el momento. Tendrá la oportunidad de aconsejarnos y protegernos como sólo una madre lo haría. Usted es la primera madre que nos gobierna. Festejémoslo en agosto en el Día de la Madre, más o menos para cuando también cumple los cien días.

Necesitamos ordenar las peticiones que formulan los diferentes grupos que sienten que algún derecho fundamental está siendo violentado en su contra. Luego debemos analizar cuáles son las contradicciones que encuentran esas propuestas con nuestro sistema reglamentario, y después podemos pensar en diseñar las leyes que requieran ser implementadas para que subsanemos el rezago normativo que aquejamos desde hace unos 15 años.

Han cambiado los tiempos, doña Adelaida. Ahora la gente por todo se enoja y muchos andan con machete. Como que hay algunos vecinos que les andan vendiendo cochinadas a los muchachos y diay, usted sabe cómo son los jóvenes de tonticos. Hay que apoyarse en todas las madres y padres de la comunidad, en el cura de la parroquia y el doctorcito del EBAIS y sobre todo en los maestros y maestras, para que podamos sacar de la inseguridad y de la enfermedad a los que estén atrapados o en malos pasos.

En la bodega queda canfín, pero recuerde que a la cosecha le hace mal el humo de las lámparas a gas. Si puede, ponga a mover los molinos para que no ensucien tanto la tierra. ¡Tal vez hasta para eso tenga que diseñar una nueva regla! ¡Por eso le digo que hay mucho trabajo!

Sin embargo, de tiempo en tiempo dése su escapadita para descansar. Hay mucho lugar bonito dentro de la finca para ir a pasar unos días de vacación. De fijo se lo van a respetar mucho todos por allá. Hay que descompresionar y decodificar periódicamente. Es como afilar el cuchillo para que esté siempre presto para el trabajo. Eso le permite reflexionar, re-crearse, recordar lo esencial de la vida. De ahí viene con ideas frescas, como cuando uno pasa unos días en la playa o en la montaña.

Recuerde que cuenta con mucha gente deseosa de trabajar aunque algunos estén fuera de la ciudad. Lo cierto es que todos debemos meter el hombro para sacar adelante la faena. Comparado con otros pueblos, el nuestro es de lo más corrongo. Hay que ponerle bonito para mantenerlo siempre bien chaneadito. Saludos, Varo.